Aunque la biodisponibilidad, es decir la disponibilidad por parte de nuestro organismo, de calcio de los alimentos mencionados no es la misma que la de los lácteos…
es innegable que:
con una dieta adecuada con alimentos ricos en calcio no lácteos. se pueden tener buenos niveles de este elemento químico tan esencial.
La Intolerancia al gluten, sensibilidad al gluten, celíacos, celiaquía, son palabras y expresiones cada vez más comentadas en nuestra sociedad.
Hoy explicamos qué es el gluten,la intolerancia al gluten,la sensibilidad al gluten,la alergia al gluten.
Sus síntomas, pruebas,tratamiento, alimentación o dieta sin gluten y como identificar a los alimentos sin gluten.
Pero vayamos al principio u origen de la problemática:
¿Qué es el gluten?
El Gluten es una glucoproteína que se encuentra en cereales de consumo tan habitual como el trigo, la cebada, el centeno o la avena.
Y en otros cereales que son de consumo menos frecuente como son:
la espelta (también llamada trigo salvaje) y el triticale (cereal mezcla de trigo y centeno).
A su vez, el gluten está compuesto por otras dos glucoproteínas: la gliadina y la glutenina.
El gluten es el responsable de la elasticidad de la masa de la harina.
Lo que permite que, junto con la fermentación, el pan obtenga volumen.
Así como la consistencia elástica y esponjosa de las masas horneadas.
¿Cómo puede afectarnos el gluten?
El gluten es una proteína vegetal muy nutritiva y beneficiosa para todas las personas, pero también es algo indigesta.
El motivo no es otro que nuestro cuerpo no dispone de las enzimas necesarias para digerirlo completamente.
Y son precisamente esos pequeños pedazos no digeridos los que pueden provocar problemas intestinales.
Las personas sanas no notan malestar al tomar cualquiera de los cereales que contienen gluten.
A lo sumo una pequeña molestia que pasa una vez completado el proceso digestivo.
Sin embargo, en otras personas, esos pequeños trozos de gluten no digeridos pueden producir problemas:
autoinmunitarios (intolerancia al gluten, enfermedad celíaca),
alérgicos (como son la alergia respiratoria, la alimentaria o la de contacto) y
de sensibilidad al gluten.
¿Qué es la intolerancia al gluten?
La intolerancia al gluten es una enfermedad auto-inmunitária.
Se caracteriza por una intolerancia permanente y crónica al gluten.
La padecen personas que están predispuestas genéticamente.
Viene provocada por una lesión de la mucosa del intestino delgado que provoca una atrofia de las vellosidades intestinales.
Esta atrofia produce una inadecuada absorción de los nutrientes de los alimentos que tomamos:
proteínas,
grasas,
hidratos de carbono,
sales minerales y
vitaminas
Con los consiguientes problemas asociados para la salud.
¿ A quién le puede afectar la intolerancia al gluten?
La prevalencia de la intolerancia al gluten o enfermedad celíaca ha crecido en los últimos años.
Curiosamente, pese a que se mantiene la prevalencia de la intolerancia al gluten en la infancia.
Donde es 5 veces superior a la de la población adulta, ha dejado de ser considerada como un trastorno típicamente infantil.
Las nuevas técnicas de diagnóstico disponibles reflejan que:
entre un 20-50% de los nuevos diagnósticos en celiaquía o intolerancia al gluten se dan en mayores de 50 años.
La intolerancia al gluten puede aparecer a cualquier edad de la vida, y afecta más a mujeres que a hombres.
Por cada celíaco hay dos celíacas.
En este sentido, la mayor incidencia se registra en mujeres entre 30-40 años.
Aunque el 20% de los pacientes supera los 60 años en el momento del diagnóstico de la intolerancia al gluten.
Los estudios revelan también que la intolerancia al gluten es una enfermedad infradiagnosticada.
Un 10% de la población española la padece, y el 9% de estos afectados no lo sabe.
Esto convierte a la intolerancia al gluten en la enfermedad crónica intestinal más frecuente en nuestro país.
Además, su componente genético justifica que pueda haber más de un paciente celíaco dentro de una misma familia.
A pesar de ser la intolerancia al gluten la forma de sensibilidad al gluten más estudiada y mejor conocida..
todavía hoy 6 de cada 7 celíacos están sin diagnosticar.
Síntomas de la intolerancia al gluten:
diarrea crónica,
hinchazón abdominal,
estreñimiento,
náuseas y vómitos,
anemia,
debilidad generalizada,
erupciones cutáneas,
estreñimiento,
dolor de cabeza,
alteraciones del esmalte dental,
raquitismo,
fracturas espontáneas
¿Qué es la alergia al gluten?
La alergia al gluten afecta a una proporción muy baja de la población y puede desarrollarse a cualquier edad:
desde el lactante hasta el adulto.
Se produce por una respuesta inmunológica de hipersensibilidad inmediata.
Su modo de presentación es muy diverso.
Desde un simple sarpullido alrededor de la boca hasta un grave cuadro de choque anafiláctico.
A diferencia de otras afecciones relacionadas con el gluten, como la intolerancia al gluten, los síntomas de una alergia al gluten son:
de inicio brusco, a los pocos minutos de tomar el alimento, pudiendo desencadenar una situación clínica grave de forma rápida.
Síntomas de la alergia al gluten:
vómitos,
dolor abdominal,
diarrea,
sangrado digestivo,
asma,
tos,
laringitis,
rinitis,
conjuntivitis,
urticaria,
edema o inflamación,
dermatitis atópica,
reacciones de anafilaxia
¿Qué es la sensibilidad al gluten?
Es una enfermedad de nuevo diagnóstico que guarda una muy estrecha relación con la intolerancia al gluten o enfermedad celiaca.
Los pacientes con sensibilidad al gluten no pueden ser calificados como intolerantes o alérgicos.
Sin embargo esta proteína les hace enfermar.
Sus síntomas son muy parecidos a los de la intolerancia al gluten y comparte algunos con la alergia al trigo.
Por lo que la precisión en el diagnóstico es fundamental.
El mayor problema de la sensibilidad al gluten es:
que hay muchos pacientes que la padecen pero que no la tienen diagnosticada y sí que sufren todos sus síntomas.
Según se desprendió del XVI Simposio Internacional de la Enfermedad Celíaca celebrado en Oslo en 2011.
1 de cada 17 personas es sensible al gluten, cifra que supone que el 6% de la población tiene esta patología.
Y en muchos casos está sin diagnosticar.
Síntomas de la sensibilidad al gluten:
dolor persistente en la zona abdominal,
diarreas frecuentes,
eccemas o erupciones en la piel,
dolor de cabeza,
fatiga y confusión,
estreñimiento,
náuseas y vómitos,
anemia,
adormecimiento o dolor de las extremidades,
hinchazón abdominal
¿Cómo diagnosticar la sensibilidad al gluten?
El diagnóstico es clave a la hora de poder tratar a los pacientes con sensibilidad al gluten.
Ciñéndose exclusivamente a los síntomas es muy difícil de diferenciar de la intolerancia al gluten o la alergia al gluten.
A pesar de que hay un mayor número de manifestaciones que no son digestivas:
dolores de las extremidades,
adormecimiento de brazos o pies,
fatiga
Estudio genético: a través de un análisis de sangre o muestra de saliva se puede conocer:
si el sujeto es portador de los genes que se asocian con la enfermedad celíaca o con la sensibilidad al gluten.
Estudio inmunológico: es una prueba fundamental que sirve para saber si:
el paciente genera anticuerpos que reaccionan contra el gluten y le hacen enfermar.
Esta analítica debe incluir los marcadores serológicos propios de la enfermedad celíaca.
Pruebas cutáneas: imprescindible para saber si el paciente presenta una reacción alérgica.
Se incluyen inhalantes y alimentos incluyendo harinas, gluten y gliadina.
Se realizan en la piel del antebrazo.
Aplicando una gota de los diversos alérgenos y realizando una pequeña punción con una lanceta.
Además, los resultados se obtienen en un tiempo récord de 15 minutos.
Las pruebas y estudios confirmaran o no si tenemos intolerancia al gluten
Endoscopia intestinal: esta prueba se realiza para observar el intestino delgado superior.
El paciente siempre está sedado para que no sea molesta ni dolorosa.
Es en esta zona donde se observa si hay daños o lesiones provocadas por el gluten.
Cápsula endoscópica: muy útil para hacer un estudio completo del intestino delgado.
Así puede conocer qué parte es la que está más afectada por la enfermedad.
Biopsia intestinal: La biopsia se realiza durante la endoscopia digestiva cuando se detecta tejido lesionado.
Es entonces cuando se toma una muestra, que es analizada por un especialista en anatomía patológica.
Por tanto el paciente, no tiene que someterse a una nueva prueba.
En unos días obtiene los resultados que le confirmarán qué enfermedad tiene.
Si quiere realizar alguna de estas pruebas comentadas y saber si tiene alergia o intolerancia al glúten u a otro alimento:
consulte en el cuadro médico de su seguro de salud los alergólogos que tiene a su disposición cerca de usted.
Tratamiento
Según el trastorno relacionado con el gluten que padezca el individuo:
los especialistas indicarán el tipo de tratamiento más conveniente.
En el caso de la alergia y la intolerancia al gluten, la dieta de evitar alimentos con gluten es esencial.
Tomar una alimentación sin gluten, con alimentos sin gluten en nuestra dieta como por ejemplo:
Usar harinas y almidones de maíz o arroz en lugar de procedentes de trigo, cebada, avena, centeno, etc..
En el caso concreto de la sensibilidad al gluten y dado que no se ha identificado un marcador biológico específico de este trastorno:
el tratamiento ayudaría a confirmar este diagnóstico y consiste en:
dietas de eliminación con posterior reintroducción, observándose los cambios clínicos ocurridos en ambos períodos.
Identificación de productos sin gluten para celíacos
Al estar presente en los principales cereales utilizados en nuestra alimentación, los alimentos que NO contienen gluten (Sin Gluten o Gluten Free) son etiquetados como tal.
Se usa el símbolo de una espiga barrada y/o el logo de certificación FACE -Federación de Asociaciones de Celíacos de España- con una espiga de color verde .
Puesto que con ello se pretende evitar problemas en personas que tengan alguna patología relacionada con esta glucoproteína.
Como pueden ser la intolerancia al gluten o enfermedad celíaca o la sensibilidad al gluten.
Descubriremos la lista de diversos tipos de legumbres,recetas como ensalada de legumbres,propiedades y beneficios,etc..
Todas las legumbres (garbanzos, habas, judías cocidas, lentejas, etc..) son un alimento típico de nuestra dieta mediterránea.
PROPIEDADES Y BENEFICIOS DE LAS LEGUMBRES
Tienen un elevado valor nutricional y que se convierten en básicas en nuestra nutrición ya que:
-Las legumbres son proteínas vegetales.
-Contienen: hidratos de carbono, fibra, minerales (magnesio y hierro), vitaminas del grupo B, vitamina A y ácido fólico.
-No contienen: ni grasa (tan sólo un 1-2%) ni colesterol!
Además, los garbanzos (como los de la imagen) son conocidos como el antidepresivo natural más potente!
Ello es debido por su ayuda en la secreción de la serotonina, la hormona de la «felicidad».
Esta nos produce una sensación de bienestar.
La causa de esa sensación es que los garbanzos contienen un aminoácido conocido como triptófano.
Este aminoácido en buena cantidad le provee al organismo de serotonina, una sustancia muy benefactora.
Además de todas las propiedades que posee esta legumbre en concreto, satisface excelentemente el apetito.
También colabora con el organismo y ayuda a dormir y descansar mucho mejor.
Por otra parte, el garbanzo cultivado contiene:
mucha más serotonina que el silvestre, y podría actuar de la misma manera que cualquier antidepresivo.
Es por ello, que todos los nutricionistas y dietistas, como un servidor, recomendamos, tanto en invierno como en verano:
comer al menos 5 veces a la semana legumbres.
LAS LEGUMBRES SON PROTEÍNAS VEGETALES QUE PUEDEN SUSTITUIR A LAS ANIMALES
Gracias a que las legumbres son proteínas vegetales, las podemos incluir en muchas dietas, para sustituir las de tipo animal.
Por ejemplo:
las de adelgazamiento,
para reducir el colesterol,
por estreñimiento o
en caso de padecer diabetes;
Solamente habrá que cocinarlas de forma adecuada y no añadir exceso de grasas (trozos de carne, chorizo,..).
Como ya comentamos en otro artículo específico sobre alimentos con hierro, para aprovechar bien el hierro que contienen, tenemos que:
combinar las legumbres con alimentos ricos en vitamina C.
Por ejemplo, los cítricos (naranja, mandarina, limón, pomelo, ..), el pimiento verde, el tomate o la patata.
¿CÓMO REDUCIR LOS GASES QUE NOS PROVOCAN LAS LEGUMBRES?
Para finalizar, como ya debéis saber las legumbres son proteínas pero también son flatulentas.
Por ello, un buen consejo para evitar la formación de gases es que:
a la hora de cocerlas, cuando empiecen a hervir, sacar la cazuela del fuego durante unos minutos o añadir agua fría.
Así reduciremos el máximo los oligosacáridos, que son los responsables o productores de gas.
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El Nutricionista en Casa
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